Últimamente, vemos que gracias a nuestro proyecto pudimos comprobar que la actitud de las personas que han colaborado y mejorado nuestro proyecto, se han sentido realizadas, mejores consigo mismas, más felices y su comportamiento con nosotros ha evolucionado a bien. Porque antes de conocerlos no se relacionaban con nadie y ahora son mucho más sociales.
Trabajar con estos chicos a sido muy emotivo. Siendo sinceras, nunca pensábamos que íbamos a hacer esta actividad y mucho menos que íbamos a trabajar con este maravilloso grupo de chicos. Al fin y al cabo, ellos siempre han sido un poco invisibles ante los demás grupos de alumnos. Gracias a este proyecto, hemos conocido a unas personitas que tienen un gran corazón y la verdad hemos tenido la gran oportunidad de compartir momentos bonitos con ellos.
El día que llegamos a su clase para presentar nuestro proyecto, los vimos tan inseguros y tan tímidos que nos retamos a intentar hacerlos sentir seguros y poder ver que esconden en su interior. Sabemos que ellos no se sienten como los demás y mucho menos aceptados, ni siquiera son capaces de mirarte o hablarte a menos que seas alguien conocido. Es por eso que intentamos hacer la actividad, haciendo que ellos se sintieran lo más cómodos posibles.
Al principio, estábamos asustadas porque íbamos a trabajar con un grupo de personas que no conocíamos y sobre todo que no sabíamos cómo podían reaccionar a cualquier cosa. Pero poco a poco nos fuimos dando cuenta de lo buenas personas que son y de lo tranquilos que pueden llegar a ser.
Fue increíble ver que al principio ellos no eran capaz de mirarnos o hablarnos, pero ellos mismos se dieron cuenta de que nosotras no pretendíamos hacerles daño o juzgarlos por como son. Es por eso que cuando ya llevábamos unas dos semanas nos miraban, nos hablaban y eran capaces de hablar con nosotras como si nos conocieran de toda la vida. Fue increíble ver que en la segunda semana llegaban al huerto y lo primero que hacían era buscarnos para saludarnos y decirnos: ¿En qué te puedo ayudar?
Creemos que nuestra evolución como personas y la de ellos ha incrementado mucho. Este proyecto nos ha ayudado a abrirnos más con personas distintas y ver que todos somos únicos y diferentes. Lo más importante que hemos aprendido ha sido que no hay que tener miedo a la sociedad, que hay que abrirse para que el mundo pueda conocernos tal y como somos. Tenemos que relacionarnos con las personas que queramos y no como lo haga otra persona. Debemos de tener nuestra propia personalidad y no nos tiene por qué importar los rechazos.
